Los tiempos están cambiando en el mundo del pequeño y mediano comercio. Ir de compras a través de una aplicación es cada vez más popular y en muchos casos, es la forma favorita de los consumidores para realizar sus compras, un 30% de la generación Millennials utiliza el móvil para realizar sus compras cada mes.
Pero no solo la usan para ir de compras, si no para pedir comida a domicilio, hacer reservas en un hotel o comprar entradas de una discoteca.
Las aplicaciones dan a los compradores todo lo que necesitan y lo ponen al alcance de la mano, sin importar dónde se encuentren. Como resultado, los comercios físicos tradicionales están cambiando su enfoque hacia el mundo de los móviles y muchos han decidido invertir en el desarrollo de una App, lo que antes requería grandes inversiones. Por suerte, en la actualidad hay empresas que ofrecen soluciones para desarrollar apps nativas a precios muy económicos.
El tener una App debe ser una prioridad para cualquier comercio al por menor, pero lógicamente esto no es suficiente. Si la aplicación no es buena, la reacción de los consumidores puede ser peor que no tener una app. Los usuarios quieren una experiencia muy sencilla y personalizada, se han acostumbrado a las apps de los grandes comercios electrónicos como Amazon y Groupon, y quieren algo que esté a la altura. Esmérate en el diseño de la App igual que lo haces en tener tu negocio resplandeciente, al fin al cabo tanto uno como el otro son tu escaparate. Piensa que el usuario siempre lleva tu empresa en el bolsillo por lo que debes estar siempre presentable.
Con una App móvil tienes la herramienta definitiva para comunicarte con los usuarios de manera inmediata y directa. Tienes que tener en mente que los objetivos generales de tener una App son conseguir nuevos clientes y fidelizar a los existentes.